spray vacío

Limpieza antes del primer uso:

Antes de utilizar el spray vacío por primera vez, límpielo bien con agua tibia y jabón.

Enjuague bien para eliminar cualquier residuo de jabón y luego déjelo secar por completo.

Llenado del spray:

Desenrosque la tapa de la botella o la boquilla para acceder a la abertura de llenado.

Utilice un embudo para verter el líquido deseado en la botella para evitar derrames.

Llena la botella hasta el nivel deseado, dejando un poco de espacio para evitar que se desborde al cerrar.

Vuelva a enroscar bien la tapa o la boquilla para evitar fugas.

Uso del spray:

Antes de cada uso, agite ligeramente el frasco para mezclar bien el contenido.

Sostenga la botella a una distancia adecuada de la superficie o área que desea rociar.

Presione el gatillo o el botón de pulverización para dispensar el líquido en una niebla fina y uniforme.

Ajuste la boquilla si es posible para controlar el tipo de pulverización (abanico fino o ancho).

Limpieza y mantenimiento:

Después de cada uso, limpie la boquilla rociando con agua limpia para evitar obstrucciones.

Si cambia los líquidos, limpie minuciosamente la botella y la boquilla para evitar mezclas no deseadas o reacciones químicas.

Deje que la botella se seque por completo antes de volver a llenarla.

Uso adecuado:

Utilice el spray únicamente con líquidos compatibles y no corrosivos para evitar daños a la botella y a la boquilla.

No llenar la botella con líquidos inflamables o tóxicos sin consultar las instrucciones de seguridad específicas.

Almacenamiento :

Guarde el spray en un lugar fresco y seco cuando no esté en uso.

Evite dejar la botella expuesta a la luz solar directa o a temperaturas extremas para evitar la degradación de materiales y contenidos.

Seguridad :

Mantenga el spray fuera del alcance de los niños para evitar cualquier riesgo de lesiones o ingestión accidental.

Asegúrese de que la botella esté bien cerrada cuando la guarde para evitar fugas y derrames.